Las élites y los templarios: los orígenes de la banca

En más de una ocasión se ha mencionado en este blog que las verdaderas 'abejas reina' de la colmena humana, son precisamente aquellas que se autodenominan el pueblo elegido. En realidad el judaísmo no es una religión, ni una raza, ni siquiera una etnia. El judaísmo comprende un conjunto de códigos que rigen los designios de la primera nación de La Tierra sin fronteras físicas, así como los de su pueblo integrante: su ciudadanía. Dicha nación, desprovista de ejércitos, de administración, de líderes visibles, cuenta, sin embargo, con las armas más poderosas que existen: el manejo y dominio de las técnicas de la usura, la diáspora, el secretismo, la codificación de sus actas, etc. Todas estas armas han permitido que el pueblo elegido controlara los principales imperios desde la antigüedad hasta el presente; como prueba de lo anterior baste mencionar los siguientes: Egipto, Babilonia, Persia, Imperio Helenístico o Imperio de Alejandro magno, Roma, Bizancio, Imperio Carolingio, Sacro Imperio Romano Germánico de Occidente, Imperio Otomano, Imperio Moscovita, Imperio Español, Imperio Británico, Estados Unidos de América e Israel. No voy a entrar en detalles, pero es muy sencillo comprobar el florecimiento e injerencia de los judios en el seno de los anteriormente mencionados imperios, como también es sencillo comprobar como los periodos de decadencia y caída de dichos imperios coinciden con las respectivas diásporas que hicieron que los judios tuvieran que abandonarlos precipitadamente.

Las persecuciones contra los judios son siempre el último episodio en la vida de cualquier imperio conocido; esto puede estar más o menos traído por los pelos, pero en cualquier caso el grado de coincidencia es revelador, especialmente si consideramos la historia tal y como la cuentan los libros de texto oficiales como una falsificación perpetrada por los títeres al servicio de la verdadera élite. Lo anterior no es casual, cualquier sistema, por el principio de evolución/entropía, tiene un periodo de expansión, seguido por otro de mediana estabilidad y finalmente de decadencia hasta el colapso definitivo. El dominio y conocimiento de esta sencilla ley natural ha llevado a los judios a adaptar su nación de fronteras inexistentes de tal forma que siempre se asiente en el periodo óptimo de cada imperio y que, a fin de evitar su propio colapso como pueblo, fuercen su salida, abandono del barco que se hunde, en tiempo suficiente para poder alcanzar el siguiente territorio con potencial para convertirse en un GOLEM. Es similar a la tradición de algunas tribus amazónicas que, para construir sus habitats o poblados, incendiaban un determinado radio de la selva, aprovechando los nutrientes de las cenizas para fertilizar el terreno. Una vez exhausto el suelo, procedían a desplazarse al siguiente tramo, siguiendo el patrón anteriormente descrito.

En definitiva, los imperios no caen por una causa u otra, simplemente caen porque tienen que caer, porque la muerte engendra vida y porque ese es el principio de regeneración que simboliza e ilustra el mito del fénix. Las élites saben esto y simplemente juegan con ello; NUNCA VAN CONTRACORRIENTE: no intentan mantener con vida artificial aquello que por sí solo no se puede sustentar; pasan página, en ocasiones llevándose por delante a toda la población, que es lo más piadoso, y vuelta a empezar. ¿Nadie se ha preguntado cómo en muchas de las grandes ciudades de la antigüedad, aún a pesar de mantenerse en buen estado durante siglos, como es el caso de la Roma clásica, sus edificios quedaron TOTALMENTE DESHABITADOS de un día para otro? SENCILLAMENTE: MUERTE Y REGENERACIÓN.

Otro detalle importante antes de aventurarnos en la resolución del puzzle es entender el papel de la religión. Para establecer el control, las élites necesitan que exista CONSENSO, y para establecer un CONSENSO, las élites necesitan que exista POLARIDAD. Si entendemos las religiones como una forma primitiva de control político o de ideología, es fácil discernir el porqué de la supresión del POLITEÍSMO (léase pluripartidismo) y la instauración del MONOTEÍSMO (léase unipartidismo), en el que la polaridad estaba delimitada por la supuesta existencia de dos entidades, una asociada con el BIEN y otra con el MAL: Yahvé/Satán, Aura Mazda/Angra Mainyu, Aton/Seth, etc... No obstante, esta polaridad sólo servía de manera local. A la hora de establecer el monoteísmo de forma global era necesario dar un paso más en el sincretismo religioso y recurrir a la METARRELIGIÓN, la invención de religiones polarizadas como el cristianismo o el islamismo, donde a pesar de beber de las mismas doctrinas originales, una aboga por la sumisión, la no-violencia, y por ofrecer la otra mejilla a las bofetadas del enemigo, y la otra aboga por la guerra santa como uno de los posibles requisitos para poder disfrutar del paraíso, rodeado de huríes.

Finalmente, el último concepto que es necesario comprender para entender el resto del artículo es el del Golem. En el Génesis, que es el libro más importante y revelador de la Biblia, se explica como Dios creó al hombre a partir de barro, y como cuando el hombre es expulsado, Dios sentencia: 'Con el sudor de tu rostro comerás pan hasta que vuelvas al suelo, porque de él fuiste tomado. Porque polvo eres y a polvo volverás', de lo cual se infiere que el primer Golem es el hombre, seguido de todos los demás, y esto a su vez enlaza con el mito del fénix: un ave que nace y muere convertido en cenizas/polvo. En la tradición cristiana el fénix es el único ser del Edén que no come del fruto del árbol prohibido y, por ello, Dios le concede la inmortalidad a través del proceso de renacer de sus propias cenizas. En la Biblia se hace referencia al fénix con el nombre de chol. Pero volviendo al Golem, el concepto del ser de barro/arcilla que se utiliza a modo de esbirro o matón, es un concepto en el que las élites se han inspirado a la hora de crear los principales imperios militares. El problema que las élites han encontrado siempre con los 'golems' que han creado, es que al igual que pasa con el propio mito, la creación tiende a cobrar vida propia y al libre albedrío. El ejemplo inmediato es la creación del formidable GOLEM conocido como la Unión Soviética y la delicadeza con la que tuvo que ser planificada su DESACTIVACIÓN, un proceso que todavía sigue abierto.

En cualquier caso y como no deseo prolongar mucho más la parte introductoria de este artículo, paso directamente a explicar la aparición de los templarios dentro del gran puzzle. Las élites, como se ha apuntado en el párrafo anterior, siempre han tenido un gran problema con los GOLEMS, que es exactamente el mismo dilema que se encuentra el Dr. Frankenstein una vez que ha DADO PODER A LA CRIATURA, y es el de conseguir CONTROL sobre la misma. Después de la inevitable caída del Imperio Romano las élites estudiaban las posibilidades para establecer un orden similar en Europa, aunque siempre de acuerdo a las leyes naturales: por un lado cierta competición era necesaria para crear un verdadero imperio, por otro lado era necesario que existiera polaridad. Se establecieron, pues, los contendientes en función de su potencia: Imperio Carolingio, Sacro Imperio Romano Germánico e Imperio Bizantino, que conformaban el frente CRISTIANO por un lado, y por otro su oposición, a través de la creación e implementación del Islam. Una vez que el Islam alcanzó su máxima difusión como GOLEM, ya sólo hizo falta la chispa habitual para prender la mecha, ponerlo a prueba y controlarlo: LA GUERRA POR LA TIERRA SANTA; TIERRA QUE LAS TRES RELIGIONES COMPARTÍAN Y COMPARTEN.

El 13 de Enero de 1118 ó 1119 (11/9 - 9/11) NUEVE caballeros gentiles fundaban la Orden del Temple en Jerusalén, estos caballeros fueron instruídos por Godofredo de Bouillon para la creación de un proto Estado de Israel que garantizara el advenimiento del Mesías, además de ganar acceso a las ruinas del templo de Salomón en donde se hallaban enterrados los códigos del funcionamiento del universo: la ciencia verdadera, antes llamada magia, leyes naturales, etc. Las élites necesitaban infiltrarse en el mundo de los gentiles para poder conectar los hilos a sus manos y así manejarlos como títeres, pero dicha infiltración, en ningún caso, se debía basar en compartir abiertamente los secretos del judaísmo con los propios gentiles, aunque al mismo tiempo, para ganar su confianza, era necesario hacerles partícipes de su GRAN OBRA. Para resolver el problema anterior, se estableció un sistema de GRADOS, hasta 33, a través de los cuales se pasaba de la iniciación (1-5) a la maestría(28-33), y sobre dicha estructura se construyó la Orden de los caballeros Templarios. Al mismo tiempo, y para dotar la orden de autonomía económica, parte de las enseñanzas de los grandes maestres comprendía el manejo de la banca para el control de los Estados. Una vez más se había creado un GOLEM.

La Orden se hizo muy poderosa y, como era de prever, las élites se toparon con la oposición de sus otros golems: la nobleza, la Iglesia Católica, y el islam, y el asunto templario a cielo abierto y sin secretos, comenzaba a ser inmanejable: aunque endeudar a los nobles era una tarea aparentemente fácil, más difícil, sin embargo, era obtener un compromiso real de pago. Por otro lado la caída de Acre supuso la pérdida del proto-Estado de Israel. Finalmente las interferencias entre el poder de la Iglesia y el de la Orden las hicieron incompatibles.

Como ya se ha mencionado en este blog en alguna ocasión, las cosas ocurren cuando la suma de los intereses en que ocurran excede a la suma de los intereses en que no ocurran. Una vez hecha la suma de los intereses y a la vista de estos, se resolvió ESCENIFICAR la desaparición de la Orden. Por otro lado, también se ha mencionado en este blog, en alguna ocasión, que cualquier organización, por el principio de polaridad, tiene una parte que crece hacia arriba (tallo, ramas, hojas...) y otra hacia el interior de la tierra (raíces), y la Orden de los Caballeros Templarios no era diferente en esto. La parte que se sacrificó, obviamente, era la del tallo: la noble, gentil, caballeresca... La otra parte, la ésotérica/oculta, la de las raíces, se utilizó como la base para fundar la masonería por medio de los goldsmiths y otros gremios notables.

Los nuevos Golems a desactivar pasaron a ser la nobleza y la Iglesia con lo que el objetivo de las élites fue reclutar a los más notables burgueses, que eran los enemigos más acérrimos de ambos, para las filas de la masonería.

Desde la destrucción de la orden las élites empezaron a LIBERAR CONOCIMIENTO=INFORMACIÓN OCULTA DURANTE SIGLOS de forma que el poder de los nobles y de la Iglesia se fuera igualando al de los burgueses.

Si antes hemos definido lo que era la METARRELIGIÓN ahora haría aparición la MICRORRELIGIÓN: el Cisma, creando un nuevo paradigma de polaridad bipartidista (notesé que uno de los puntos de la reforma hacía referencia a eliminar la consideración de la usura como pecado) que dió lugar a una serie de guerras que contribuyeron a desestabilizar tanto a la iglesia como a los aristócratas, a la vez que enriquecían las arcas de la incipiente banca. Este proceso de desactivación concluye con la guerra de la independencia de los Estados Unidos de América, y la creación del primer Macro-Estado Masón-laico, en una primera fase, y con la Revolución francesa y las guerras napoleónicas en una segunda fase. Cuatrocientos años tardaron las élites en desmontar sus golems medievales para poder exclamar, a la muerte de Luis XVI: ¡Jacques de Molay, has sido vengado! Comenzaba un nuevo orden mundial, uno que ahora toca a su fin, y que dará paso al siguiente.