El infanticidio como control demografico natural

Antes que nada para las posibles ovejas/abejas que lean este post, no estoy haciendo apología al infanticidio, sino explicando su naturalidad, en períodos o lugares de escasez, y como la censura actual a este acto no es más que una ley moral impuesta por el hombre y no un hecho aberrante de la naturaleza humana.

El infanticidio ha sido practicado en todos los continentes y por gente de todos los niveles de complejidad cultural, desde los cazadores y recolectores a la “¿avanzada?” civilización actual. En lugar de ser una excepción, y una conducta psicópata, como nos han enseñado desde que tenemos uso de razón, es algo totalmente natural.

Si bien hay muchas diversas razones para el infanticidio, las dos más importantes son la pobreza y el control de la población, y son llevadas a cabo generalmente por la madre o el padre de la victima.

Desde la prehistoria, el suministro de alimentos, los depredadores, el clima, y la falta de avances tecnológicos han sido un freno constante en el crecimiento de la población humana. Una forma de controlar los efectos letales de hambre era restringir el número de niños permitidos para sobrevivir hasta la edad adulta, especialmente las hembras.
A las hembras se solían considerar como una carga indeseable a una familia que lucha por sobrevivir.

En toda la historia, las hembras siempre fueron sólo consumidoras y una carga financiera para una familia pobre, por eso eran a menudo asesinadas al nacer.
Los niños con defectos o enfermos, o aquellos cuya paternidad era cuestionada, y algunas veces los gemelos también estaban en peligro sin que importase su sexo.

Parece ser, que el infanticidio femenino, fue algo realmente necesario en el curso de la historia, y la actitud de hoy en día de proteger a todos los retoños sean del sexo que sean, no es algo tan natural como pareciera, y como nuestra sociedad judeo – cristiana nos ha enseñado, así como también la sociedad islámica.

Los Judíos fueron claramente en contra de la toma de la vida humana, y, en general prohibió la matanza de todos los recién nacidos (obviamente judíos, no de otras razas), sean del sexo que sean.

A pesar de las prohibiciones religiosas contra el asesinato de niños por las tres grandes religiones occidentales, (Cristianismo, Judaísmo e Islamismo) el infanticidio femenino ha sido durante milenios, un acontecimiento socialmente aceptable en dos áreas incluso hasta nuestros días: India y China. (ver foto)



La especie humana ha matado a casi del 10% al 15% de todos los niños nacidos. La mayoría de estos asesinatos han sido asociados con razones de necesidad.
Con ninguna capacidad para abortar un embarazo no deseado de manera segura, los padres con problemas económicos, han tenido siempre que esperar hasta el parto, para luego llegar al infanticidio. Hoy día con los abortos, los preservativos y las pastillas para evitar y “parar” el embarazo, ya no es tan necesario esperar que nazca el niño o niña para exterminarlo.

De aproximadamente 6,4 millones de embarazos en los Estados Unidos en 1988, 3,6 millones fueron no deseados. 1,6 millones de esos embarazos no deseados terminaron en aborto. En Gran Bretaña, más de 160.000 abortos legales, se llevaron a cabo cada año durante este mismo período de tiempo (no encontré datos sobre los ilegales, pero siempre son más que los legales). En Rusia, se estima que hay más de 3 millones de abortos realizados cada año, más del doble del número de nacimientos. En Francia, hay casi un millón de abortos cada año, igual al número de nacimientos. Esto significa que más de cinco millones de embarazos fueron abortados en el mundo occidental solamente cada año, si los nacimientos de los niños no hubieran podido ser evitados, es muy probable que muchos de ellos hubieran sido asesinados por sus propios padres.

Aunque los hombres tienen más probabilidades de asesinato en general, estadísticamente el infanticidio es generalmente cometido por la madre.
El método más común de matar a los niños a través del tiempo ha sido un traumatismo craneal o la asfixia (estrangulamiento, ahogamiento, enterramiento vivo etc…) o abandono (en la intemperie o abandono psicológico y emocional etc…). La mayoría de los asesinatos de hoy se cometen con el uso de las manos de la madre, ya sea por estrangulamiento o palizas.

El infanticidio es posible porque los más pequeños son los más prescindibles y es en ellos en quienes se ha invertido menos recursos alimenticios, educación, o dedicación emocional. El infanticidio femenino está ligado a una serie de factores, a menudo relacionados con la viabilidad económica. Se usaba el control del crecimiento de la población para evitar el hambre, y el desorden social. Las hembras que eran dejadas con vida, eran aquellas que pudieran pagar la dote, al futuro marido, o que hayan sido casadas por sus padres incluso antes de haber nacido.

El infanticidio femenino existe en las sociedades patriarcales en las que la sobrevivencia depende de una cercana cooperación entre miembros varones involucrados en labores agrícolas y la cría de animales. También se daba cuando los hijos eran la fuente primaria de mantenimiento para sus padres ancianos. Finalmente en tiempos de guerra, la necesidad de soldados y el mantenimiento de una sociedad militarizada animan a preferir a los varones, lo cual puede ser realizado sólo mediante el infanticidio selectivo.

A través de la historia de la humanidad la niñez siempre ha sido considerada un estado especial en relación con la adultez del individuo, sin embargo no es universal la tendencia a sobreprotegerla que se vive actualmente en la sociedad occidental, ni mucho menos, el considerar sus derechos por encima de los adultos.

El repudio judeo - cristiano a este acto proviene de la expansión extranjera, por ello se debía buscar que los fieles judeo cristianos, dejaran una amplía descendencia, a fin de contar pronto con una ventaja demográfica, contra los enemigos.

Esto por supuesto no es exclusivo del catolicismo, o el judaísmo también lo vemos en otras religiones que tienen su fuerza en el expansionismo como el Islam. Así su repudio al infanticidio es una medida práctica, ya que la historia había entrado en una etapa en que las civilizaciones chocaban frecuentemente unas con otras y el crecimiento demográfico era visto como indispensable para la supervivencia de los pueblos.
A pesar del exceso de infantes, en la actualidad la niñez ha adquirido un papel preponderante y se le presta excesiva atención. Esto se explica por que a la sociedad informática, que recogió el legado del industrialismo, le interesa sobre manera tener el control de todos los seres humanos desde el nacimiento. De ahí la sobreprotección y la educación psicológica, en el exceso de sentimentalismo de la población hacia la niñez, consiguen de esta forma, un poderoso bien, como medio para manipular su pensamiento racional, a través de los sentimientos; y de este modo también el infante (y futura abejita trabajadora pagadora de impuestos) ve en el estado-informático su principal protector, por encima de los padres, a los que está capacitado para denunciar si se comportan de manera contraria al sistema, incluso hoy día los niños se pueden “divorciar” de sus propios padres.



Es por esto que en la escala de prioridades de la sociedad, el infanticidio ha pasado a un último nivel, ya que lo primordial hoy en día es el control.