Monday 13 July 2009

Guía de "cómo crear a partir de la nada". Para Salieris

Hoy voy a contaros la historia de un conocido mío, Ovidio Merino Chúrrez.

Empezaré diciendo que Ovidio nunca destacó en ningún campo. En preescolar solía dibujar tanques, casas y arco-iris y tal vez esa fuera su etapa más creativa. Tanto en el colegio como el instituto fue fiel a la máxima que la santa de su madre le había repetido en infinidad de ocasiones.

"Tú no te destaques, tú siempre de los de en medio que así te irá mucho mejor"

Y no se puede decir que le fuera mal del todo aunque, por otro lado, sería igualmente injusto decir que le fue bien. Le fue simplemente normal.

Ovidio aprendió a no pensar en mujeres y a no enamorarse pues, de un modo u otro, para ligar había que destacar, y él era incapaz de ello, hasta tal punto llegaba su obediencia. Por otro lado su madre siempre le repetía:

"Tú no te preocupes por las mujeres, hijo, que cuando seas ingeniero no te las podrás quitar de encima"

En el instituto tenía una media de bien y nunca se metía en líos. No faltaba a una clase. Fuera de las aulas no llevaba a cabo actividades que se pudieran calificar de extraordinarias. Sus hobbies eran jugar al baloncesto en las pistas de al lado de su casa y ver la televisión, que era el suceso más apocalíptico de su vida hasta que llegaron las pelis del canal plus en codificado los viernes por la noche; eso ya fue el no va más. Esto se convirtió, con el tiempo, en el principal pecadillo venial de Ovidio y nunca se sacudió del todo el remordimiento que la masturbación le causaba pues su madre siempre le decía:

"Mira que si te la tocas mucho al final te vas a quedar ciego"

Ya ya, como lo de los Reyes Magos, que tanto rollo y al final resulta que son los padres, pensaba para sus adentros, pero por alguna extraña razón esto de la obediencia es como todo, la gente siempre es obediente con lo que le sale de las narices y, de esa forma, Ovidio se la tocó mucho -Ovidio, que llevas mucho tiempo en el baño, ¿estás bien, hijo?- esa frase también se la repitía con frecuencia su madre.

Y así transcurrió la adolescencia de Ovidio, entre mitos y chascarrillos que unas veces se creía y obedecía ciegamente, y otras, sencillamente, no.

Fue en su época de universitario que Ovidio se empezó a soltar la melena. Intentó estudiar una Ingeniería técnica pero se le hizo cuesta arriba. Además, sentía un incipiente interés por las mujeres. Otra cosa era que las mujeres no se preocuparan demasiado, en reciprocidad, por él.

Después de tres años sin pasar de primero, carta de gracia mediante, decidió que al fin y al cabo él no sería perito y de repente le entró una vocación insospechada por el periodismo, pues no en vano, algunos ex-colegas del instituto habían triunfado en ese campo y parecía un atajo seguro para conseguir el ansiado título que, sus padres le habían jurado y perjurado, le abriría miles de millones de puertas en la vida. Aún resonaban en sus oídos las palabras de su madre:

"Tú lo que tienes que hacer es estudiar y sacarte un título"

"Sin una titulación hoy en día no eres nadie"

Desafortunadamente, Ovidio, incapaz como era de destacar, terminó la carrera con una media de aprobado y eso aún a costa de repetir algunas de las asignaturas tan lejos como queda una cuarta convocatoria. Ovidio tendría que afrontar, por primera vez, una de las leyes naturales más duras de la vida: 'No existen atajos'. Pero tampoco os penséis que aprendió la lección tan rápido.

Ovidio, una vez terminada la carrera y en plena crisis de "El Graduado" a lo 'Dustin Hoffman', empezó a buscar novieta desesperadamente, pero como era una persona tirando a insulsa, e incapaz de destacar en ningún aspecto, la empresa no pintaba sencilla. Ovidio no era ni especialmente guapo, ni especialmente feo. No sabía bailar, no era gracioso ni ingenioso, pues toda su vida rehuyó estos extremos a fin de mantener su inmutable neutralidad. Ovidio era, en suma, la mezcla perfecta de azúcar y sal necesaria para imitar la insipidez del agua.

Entonces Ovidio tuvo una genial idea. Se acordó de lo relativamente fácil que le había resultado obtener el título de periodismo y pensó lo siguiente: si al rebajar el grado de dificultad de la carrera obtuve mi objetivo, un título; para poder obtener una pareja, nada más lógico que rebajar el listón. Y de esa forma trazó un plan...

Ovidio fue humillándose, cada vez más y más, rebajando el listón un poquito cada día, pero sin ningún éxito ya que él era incapaz de entender que todas las personas son parecidas, piensan similar, tienen dignidad y aspiran a lo mismo. Otra vez más Ovidio se dió de narices contra esta sencilla ley natural que ya se ha mencionado: 'No hay atajos en la vida'.

Pasó el tiempo y como por arte de magia se echó una novieta; una que, cansada de tipos "destacados", había decidido buscar a alguien "normal", o en otras palabras, dicha novieta había encontrado en Ovidio a su propio atajo para evadir la realidad.

Tan pronto como la relación echó a andar a ambos les acució la necesidad de encontrar un nido; otra ley natural. Ninguno de ellos trabajaba así que tuvieron que agarrarse a lo primero que les surgió.

Encontraron, con relativa facilidad, un puesto de mileurista cada uno de modo que cada mes ingresaban un total de 2000 euros. Vivían de alquiler y eso les consumía unos 700 euros. La compra mensual, entre los dos, era de unos 400 euros. Transporte a sus respectivos trabajos 200 euros en total. Luz, agua, gas y teléfono unos 200 euros más, contando con que tenían tarifa plana e Internet. Ropa y algún que otro caprichillo sumaban 150 euros. En total de los 2000 euros ingresados les podían sobrar 350 cada mes, y eso con suerte, porque también solían alternar con los amiguetes y salir de marcha.

Las cosas parecían ir viento en popa pero no era suficiente para la novieta de Ovidio, ya que ésta, secretamente, ansiaba tener descendencia, y tampoco quería vivir de alquiler toda su vida pues eso le daba cierta inseguridad. Entonces ideó un plan. Empezó a inyectar en la mente Ovidio, y de forma subliminal además, la idea de invertir en una propiedad:

"¿Has visto, cari? Luis y Manoli se han comprado un chalé en las afueras. Pagaron 300.000 euros y en un año se ha revalorizado y ahora cuesta 500.000"

Y Ovidio, el cual era muy obediente, a pesar de su reticencia inicial, acabó por hacer una visitilla al banco.

Los del banco, que son listos como la sarna, les vendieron el oro y el moro. Le dijeron a la parejita que les llevaran las nóminas y el papeleo y que un mes les darían una respuesta, aunque por supuesto les aseguraron que no creían que fuera a haber ningún inconveniente. Ay, pero sí lo hubo: necesitaban por los menos dos avalistas para poder sacar la operación adelante.

Entonces Ovidio trató de recurrir a sus padres, ella a los suyos, pero ninguno de los progenitores se quiso mojar, aunque les dieron un montón de excusas en forma de buenos consejos. Demasiado tarde para la pareja pues la idea del dinero y la propiedad "gratis" que el banco les ofrecía ya había calado en sus perspectivas de futuro. Por las noches, al acostarse los dos mirando al techo, se reflejaban los símbolos del dolar en dorado sobre la pared de su piso alquilado.

Entonces se empezaron a mover y la solución cayó del cielo cuando se toparon con una misteriosa entidad que garantizaba hipotecas al 110% sin aval. Una vez más Ovidio y su novieta se las apañaban para encontrar un atajo en la vida.

Al mes firmaron convencidos de que Dios, si existía, velaba por ellos en algún lado; uno seguramente más allá de los chemtrails que les fumigaban las élites sobre sus cabezas, los días impares de cada quincena.

Alguno pensará que por ahí, más o menos, acaba la historia; comiendo perdices y siendo felices. Nada más lejos de la realidad. Resulta que la tasadora del banco sobretasó la vivienda que Ovidio y la novieta se habían decidido a adquirir en propiedad y estos, con lo que les sobró después de la operación, se compraron los muebles, el coche, y la boda. Mejor imposible. Además la entidad les encasquetó dos seguros de vida, un seguro de hogar, un plan de pensiones, dos tarjetas de crédito visa oro y un plan de protección de pagos.

Pero no todo fueron alegrías; la esposa de Ovidio perdió su puesto de trabajo al mes de casados (bien porque la echaron, bien porque se fue ella, que eso no está nada claro) y justo unas semanas más tarde descubrió que, desde hacía por lo menos un par de meses, no le venía la regla.

Bueno, dijo Ovidio, no pasa nada. Tienes el subsidio del paro, la cuota de la hipoteca es baja y está fijada por un año, yo puedo encontrar otra cosa para alternar, tenemos el seguro de protección de pagos y nuestros padres a lo mejor nos echan un cable. Mira, en último caso vendemos la propiedad al cabo de un año, que seguro se ha revalorizado, y volvemos al piso de alquiler y aquí no ha pasado nada. Corrían los meses finales de 2007 cuando Ovidio intentaba infundirse ánimos pronunciando esas palabras.

Imagino que no es preciso continuar con la historia para que el lector se haga una idea de cómo acaba. La última vez que vi a Ovidio fue merodeando por esta página. Estaba buscando, creo, un nuevo atajo para salir de la situación en la que se había metido y al ver que yo no le daba un atajo sino que más bien, no paro de hablar de esfuerzo y de responsabilidad y de que no hay atajos en la vida y talicual; en definitiva, como no hablo de extraterrestres que vienen a salvarnos, o de banqueros bondadosos dispuestos a condonar las deudas, como una amnistía general, de un día para otro, y demás maravillas. Como nada de todo esto encontraba el amigo Ovidio entre mis textos, entonces comenzó a perder el interés, cuando no, a atacarme ferozmente.

En ésta página ya se ha dicho en numerosas ocasiones que "No hay atajos", sin ir más lejos en esta misma entrada. Y también se ha mencionado que "No puedes convencer a las ovejas" y por ello nada de lo que yo escriba está orientado en esa dirección.

En el cuento de Pinocchio Pepito Grillo salva de milagro al muñeco de palo antes de que éste se transforme en asno. Un poco después habría sido imposible pues la metamorfosis sería completa.

Bien este artículo está dedicado a los que, a pesar de las orejas de asno, todavía conservan ciertas facciones humanas.

Mirad el siguiente video:




Ese video extraído de la película de Milos Forman, Amadeus, muestra claramente el proceso de creación. Aunque también muestra la mediocridad y la envidia. Salieri consume sus esfuerzos envidiando y conspirando contra Mozart y eso le impide perfeccionar y componer su propia obra.
Para que exista un proceso de Supercedure o Supercidio, como ya se ha explicado en esta página en diversas ocasiones, es necesario que las abejas SEAN OBRERAS = PRODUZCAN = CONSTRUYAN.

En el relato anterior Ovidio y los de su calaña, seguro, se contarían entre los obreros por el mero hecho de tener un puesto de trabajo. Pero hoy en día tener un puesto de trabajo no es sinónimo de ser una abeja obrera. Uno puede tener su puesto y, sin embargo, ser un zángano con todas las de la ley.

Dejadme contaros algo: Ovidio, en su puesto de trabajo, es, precisamente eso, un zángano entre los zánganos. Para empezar es teleoperador. Su trabajo NO ES PRODUCTIVO, no añade nada nuevo al sistema, NO GENERA RIQUEZA. Por otro lado su función está enmarcada en el contexto de lo que es "trabajo en equipo" (un equipo de víboras que no dan ni palo al agua). Lo cual quiere decir que para los miembrillos del equipo es inútil esforzarse; más o menos es lo mismo, los resultados que cuentan son la suma de los del equipo. De acuerdo a lo anterior, y por una sencilla ley del mínimo esfuerzo, el equipo rinde lo justo y necesario mientras que ocupa el resto de su tiempo y sus energías en entrenar su INTELIGENCIA EMOCIONAL, esto es, el cotorreo, los rumores, el Gran Hermano, el Paquirrín, el fúrbol... Cualquier cosa con menos de dos pelos de pestaña de profundidad. Todos están metidos en Facebook, todos usan messenger, ahora se están enganchando al Twitter. Resumiendo, han dado los pasos necesarios para dejar de ser individuos adultos y responsables. Son partes amorfas e inmaduras de un equipo ovejil. Son esclavos de la Democracia™ pero del tipo unidad esclava de consumo.

Democracia™ definición: La Democracia™ es una variante aún más corrupta de la Democracia ateniense. Es un invento genuinamente norteamericano y se basa en lo siguiente: la Democracia™ es, en realidad, una franquicia de franquicias que los EEUU exportan a aquellos países de los cuales esperan cierto rendimiento. Para que un país reuna los requisitos necesarios para exportarle la Democracia™ se han tenido que cumplir antes las siguientes condiciones:

- El país ha sido sometido a una dictadura que, soterradamente, ha ido vendiendo los recursos nacionales al capital extranjero a cambio de perpetuarse.
- Las únicas personas con pasta y poder en el país tienen que ser proclives a los intereses norteamericanos.
- Las masas, a su vez, en su mayoría tienen que ser proclives a los intereses norteamericanos y a la cultura occidental. No puede existir ninguna injerencia por parte de organizaciones regionalistas, líderes locales, religión, etc. Para preparar a un país para entrar en la Democracia™ es necesario eliminar posibles focos subversivos de antemano.
- El país tiene que estar totalmente desindustrializado y desmantelado, o con una industria minoritaria siempre bajo el control de capital extranjero.
- El país tiene que reunir los requisitos estándar que se le presuponen, en teoría, a un país democrático: separación de poderes, partidos políticos (controlados por la oligarquía local), elecciones libres (y manipulables), medios de comunicación dependientes de falsimedia (CNN, EFE, etc...), etc.
- Tiene que ser explotable. Los países que han quedado exhaustos por la Democracia™ se les somete a un periodo de barbecho donde el país entra en una depresión prolongada y un desequilibrio calculado, durante décadas, a ser posible con fuertes conflictos internos que acaben con las vidas de muchos civiles. De esa forma, a los treinta o cuarenta años, estos países volverán a ser candidatos idóneos para la Democracia™. Durante el mencionado periodo de barbecho se los considerará países del tercer mundo y sus trabajadores se convierten en esclavos del tipo 'menos de 25 centavos de dólar la hora'.

Esta franquicia de la Democracia™ tiene dividido el mundo en tres tipos de naciones a saber:
1er Mundo (Los dueños del franquiciado): G8 + algunos países historicamente neutrales con influencia.
2do Mundo (Las franquicias en pleno rendimiento): G9-G20
3er Mundo (Las franquicias en declive, los países en barbecho o aquellos con posibilidades a largo plazo de pertenecer a la Democracia™): todos los demás.

Y de esa clasificación tres tipos de personas o castas sociales:

- Hombres libres= oligarcas = élite internacional
- Esclavos franquiciados o unidades esclavas de consumo = esclavos del primer y segundo mundo trabajando en las franquicias.
- Esclavos no franquiciados o unidades esclavas de explotación = esclavos del tercer mundo.

Las unidades esclavas de consumo NO TRABAJAN; pasan su vida en GUARDERÍAS para adulto donde a cambio de su tiempo y a modo de PAGA les dan una cantidad de dinero un poco menor de la que es estrictamente necesaria para su manutención. De esa forma las unidades esclavas tienen que endeudarse para poder consumir y así entregar más y más tiempo de su vida a cambio. Esta unidad esclava es de usar y tirar pues siempre se acaba agotando. A fin de evitar que en el futuro el esclavo sobreviva y reclame pensiones y se acabe convirtiendo en una carga para los oligarcas, se han diseñado todos los excesos de la vida moderna: comida rápida, tabaco adulterado, alcohol en cantidades industriales, drogas no legales, aditivos en los alimentos, fluoruro en el agua, vacunas, colesterol, aspartame, chemtrails, fármacos, enfermedades que no existen pero que convierten a las personas en fármaco-dependientes, telefonía móvil etc.

Las unidades esclavas de explotación SON LAS QUE DE VERDAD TRABAJAN Y PRODUCEN, eso sí, a menos de 25 centavos de dólar la hora. Viven en condiciones miserables, sin derechos, hacinados. Sus familias numerosísimas en constante crecimiento de número producen el mismo efecto que el de una deuda pagada con otra en la economía del esclavo occidental. El esclavo explotado necesita una familia enorme para sumar el sueldo necesario para sobrevivir UNO sólo, pero eso incrementa el gasto de la unidad familiar con lo cual, en vez de pegarse un tiro directamente, se dedica a fabricar unidades esclavas en masa, persiguiendo, con ello, aligerar su propia explotación. Nunca lo conseguirá y rara vez superará los 40 años de edad.

Ahora que está más claro esto de la Democracia que tanto defienden y exportan los yanquis seguimos con lo de la creatividad. La única forma racional y asequible de escapar a la esclavitud es CREANDO, y especialmente CREANDO SISTEMAS LEGALES PARA EXPLOTAR A LA ÉLITE.

¿Pero cómo se crea algo? Mira el siguiente video:



Pero no sólo crear dibujando, escribiendo, componiendo, esculpiendo... Crear incluso con nuestra propia vida:

Ovidio tiene millones de opciones todavía, pero para elegir una de esas opciones tiene que centrar sus energías en COMPONER SUS PROPIAS OBRAS y no en ENVIDIAR LAS DE OTROS.
Crear es la llave para cambiar el mundo para mejor, y TODOS tenemos la capacidad de crear. Es el diminuto trozo de divinidad que ha quedado atrapado en este universo demiúrgico. Buscadlo dentro de vosotros.

5 comments:

  1. Hola Super

    Un artículo muy en tú linea y como tal acertado e interesante (no estoy haciendote la pelota, que conste en acta)
    Hay muchos Ovidios en esta sociedad, pero no te has parado a pensar que a su manera igual son felices todos esos Ovidios? Cada cual ve la realidad desde su propio prisma y para que unos pocos vivan bien deben existir muchos Ovidios.
    Una curiosidad. Yo que no entiendo mucho de ideologías...tu te defines anarquista individualista o anarquista colectivista?
    Como te dije en otro comentario, yo sigo con mi propio sistema paralelo sin por ello renunciar a mis derechos. Ser invisible y rodearme de personas invisibles con ideales semejantes a los mios.
    Que sería de nosotros sin Ovidio y sus incontables hermanos?
    Un saludo.

    Jerome-K

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  2. Hola Jerome,

    No me cabe ninguna duda de que Ovidio es feliz. Peroo tampoco me cabe ninguna duda de que Ovidio, con su ingenua felicidad, es el verdadero criminal y culpable de esta historia:

    - Porque Ovidio consume se explotan a terceros.
    - Porque Ovidio se endeuda los productos se encarecen y se provocan guerras externalizadas.
    - Porque Ovidio vota, la democracia se convierte en nuestra dictadura.
    - ...
    - Y así hasta el infinito.

    Tan culpables son los Ovidios como las élites. Pero más culpables aún somos los que teniendo la capacidad para remediarlo seguimos sin hacer nada.

    Y no quiero ni pensar lo que será de nosotros gracias a los Ovidios y a nuestra propia inercia.

    ---------------

    El anarquismo tiene que ser individual en el trabajo de cada uno y el resultado de ese trabajo tiene que sumar para un bien común. Es una responsabilidad doble:

    - Primero para con uno mismo.
    - Segundo, y no por ello menos importante, para con tus semejantes.

    Me alegro de que hayas disfrutado del artículo y agradezco tus comentarios.

    Un saludo

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  3. Moraleja para Ovidio: "No te endeudes".
    Y dime... ¿Donde consiguio Ovidio que le pagaran en dinero si lo unico disponile hoy dia es el ... credito?
    Y si ganaban mil euros cada uno: ¿De que se quejaban? La mayor parte de mis amgos y yo mismo a duras penas llegamos a eso...algunos.
    Oye...! Dime en que pais del tercer mundo pagan 25 cents la hora!! Eso es para emigrar... de aqui para alla!
    Ves? Por eso es tan importante el sistema financiero...
    Pero igual. Para mi que te lo has inventado todo. No pensaras que soy de los que "creen" que han llegado a la Luna,cierto?
    Un abrazo!

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  4. Teo,

    El dinero y el crédito son uno en la sociedad actual. La gente persigue indistintamente tener más dinero o más deuda donde lo segundo es la alternativa encarecida a lo primero.

    Ahora bien, las preguntas que haces son muy interesantes. Ovidio no se conformaba con esos 1000 euros al mes por culpa de su enorme CODICIA, su falta de conocimiento de la realidad y su vagancia.

    La gente persigue tener más y más de todo menos de su propio tiempo, que es el elemento esencial de sus vidas. Es más, la cultura en la que viven les impele a regalar su tiempo compulsivamente con videojuegos, películas sin ningún aditivo intelectual, novelas 'pulp'o 'bestsellers', sudokus, crucigramas, twitter, facebook, ipods... Cualquier cosa que les mantenga alejados de una formación personal más elevada, alejados de la posibilidad de crear, de producir algo de provecho y, en definitiva, alejados de dar un buen uso al tiempo de su vida.

    Por otro lado, yo particularmente creo que no sólo han llegado a la luna sino que además lo hicieron incluso antes de lo que admitieron. Otra cosa es que las imágenes que mostraron del alunizaje sean falsas. Seamos serios, sin ninguna experiencia previa colocar allí a dos tipos al primer intento y sin accidentes graves o bajas - NO ES CREÍBLE. Yo opino que llegaron a la luna pero que los métodos empleados no son tan bonitos y aparentes como para dar la imagen que los americanos pretendían dar del evento; y además opino que la tecnología que emplearon tampoco es la misma que mostraron y, por supuesto, no querían o no les convenía dar tantas pistas sobre la verdadera. Probablemente les es posible llegar a la luna en una variante del B-2 stealth of del F-117. De hecho hay alguna filtración sobre ello que tendría que buscar con más calma. Lo cual es más lógico que en esa capsulilla/bañera ridícula que hace que todo el mundo se pregunte cómo se las apañaron para propulsarla de vuelta sin una lanzadera en condiciones.


    Un saludo

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  5. Conozco a muchos Ovidios, incluso varios en mi propia familia, lo peor de todo, asi como el cuento del grillo y las hormigas, (y se que estoy en mi derecho de no hacerlo, pero bueno con los únicos que soy así son con los miembros de mi familia) uno termina ayudando a esos miembros de tu familia por los créditos que toman, y luego no pueden pagar.
    Es como el cuento de la buena pipa.

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